Somiatruites, Ciberderechos en la Red

La cuestión del canon traspasa fronteras, como puede leerse en este post 'Fees collected by the Canadian recording media' del Weblog Pressepapers. No he llegado a escribir nada sobre el canon, porque concentro mi interés y mis esfuerzos en otros asuntos que me parecen más desafiantes para la propiedad intelectual. Y dejando aparte el hecho de que el canon para los discos digitales haya sido negociado privadamente por la SGAE, entidad que suscita pocas simpatías en general, y la asociación de empresas de electrónica, ASIMELEC, y que resulte injusto por su gravamen indiscriminado para quien graba datos en esos soportes, y que la SGAE y demás entidades de gestión de derechos de autor utilizan un discurso demagógico para la justificación del canon... dejando todo eso aparte el canon enfrenta dos posturas representativas de nuestra época: la de quienes creen que los autores y titulares de derechos que deben tener el control "absoluto" sobre sus obras, y la de quienes creen que los contenidos deben fluir libremente. Entre ambas posturas hay muchos términos medios, pero en cualquier caso lo que el canon está planteando es: ¿hasta donde debe alcanzar el control de los autores sobre sus obras?, porque si llega a todo acto de reproducción (copia) entonces hay que compensarles, y si no es así entonces el canon queda descartado.