Hace un mes se diluyó súbitamente en la Red otro de esos espacios críticos tomados por los ciudadanos de a pie, se llamaba
e-valencia, un lugar donde cualquiera podía dar su opinión sobre cuestiones de política cultural en la Comunidad Valenciana. Había sido fundado por Daniel Andújar, artista de origen alicantino(Almoradí, 1966) el 3 de noviembre de 2001. En palabras de Andujar, e-valencia era una “propuesta de libertad” que “se constituyó progresivamente en un ejercicio de contestación ante la actuación de determinadas instituciones públicas y contra la creciente instrumentalización política de la cultura”.
Andújar, que comenzó su trayectoria artística a mediados de los años ochenta “con la realización de videos y proyectos de intervención en espacios públicos, que giraban entorno a temas como el racismo, la xenofobia y el abuso de la tecnología en los sistemas de vigilancia” ha encontrado en el ciberespacio un lugar para la experimentación y creación artística.
A finales de septiembre el Museo de la Universidad de Alicante cerró el servidor en el que estaba alojado e-valencia y otros más sin previo aviso. Según la dirección del museo "la desconexión de e-valencia y del resto de proyectos se debió al cambio de servidor desde el museo” y “coincidió con una reestructuración de la filosofía del centro y del servicio que se presta a los artistas. Por las nuevas reglas, Andújar prefirió migrar sus proyectos".
Daniel Andújar ha contestado amablemente a una entrevista por correo electrónico realizada por Somiatruites. Habla en ella de las relaciones entre el arte y la política, del arte en la Red y de e-Valencia.
¿Cuáles son los resultados tras dos años de andadura del proyecto?
Ha gozado de gran aceptación, mucha gente ha podido hacerse oír dando forma a lo que algunos filósofos denominan intelectualidad de masas. Al principio, numerosos medios intentaron atacarla y desprestigiarla de diferentes formas pero, con el tiempo, esos mismos diarios se han convertido en fieles usuarios.
El proyecto puede resultar polémico por el uso que determinados visitantes han ejercido de su derecho a la libertad amparando sus comentarios en el anonimato garantizado por el sistema, pero precisamente el proyecto versa sobre los límites de las libertades y de cómo puede afectar a nuestra sociedad el uso de nuevas tecnologías, cómo puede nuestra sociedad autorregularse formalmente en un contexto tan específico como el creado para e-valencia.
¿Le han dado directamente alguna explicación desde la dirección del museo sobre el cierre?
Su cierre se produjo sin previo aviso el 24 de septiembre, se han visto también afectados en los mismos términos otros proyectos como e-arco.org, cuya autoría comparto con el artista Roc Parés, e-toulouse, artfornetworks, etc. Hasta el momento no he recibido por parte de la universidad explicaciones convincentes que pudieran justificar esta sorprendente decisión.
¿Cree que el cierre se debe a lo incómodo que las iniciativas gestadas en e-Valencia resultaban para el PP de la Comunidad Valenciana?
Sé, positivamente, que han habido fuertes presiones desde muy altas instancias. Se trata de una sibilina y preocupante forma de censura llevada a la práctica desde la prepotencia y el anonimato, un atentado contra la libertad de expresión y de creación.
En un contexto político como el que atravesamos es prioritario preservar los pequeños espacios de libertad y el cierre ha suscitado una honda preocupación que ha provocado numerosas muestras de
¿Abrirán el foro en otro lugar?
En estos momentos estamos trabajando para recuperar sus contenidos y poder reestablecer el servicio. Nuestra intención es que los más de 2500 visitantes que como media visitaban sus páginas en los últimos meses puedan continuar haciendo uso de este espacio en libertad.
e-Valencia es sólo uno de tus muchos proyectos, Technologies To The People es otro de los más conocidos en el que se trata de cuestionar la pretendida función democratizadora de las nuevas tecnologías, ¿es efectivo el arte para desenmascarar la ideología que subyace bajo la tecnología actual?, ¿es quizá algo como Technologies To The People más efectiva que la información en crudo?
Hace tan solo unos años nos encontrábamos ante una nueva utopía de libertad y acceso global a la información y al conocimiento que, sin embargo, hemos visto desvanecerse paulatinamente al analizar y observar detenidamente como se van sucedido los acontecimientos. Aquella idea de tecnología liberadora e Internet como un espacio más democrático -a la que la mitomanía rindió culto y pleitesía- no es más que la visión optimista de un sueño que aparece como irrealizable. Lo cierto es que las condiciones para la actuación social, acción política y creación artística han entrado en una zona de indiferencia peligrosa debido al papel servil que el efecto perverso de la globalización nos ha reservado.
e-valencia y Technologies To The People se enmarcan en lo que se denomina artivismo, ¿puedes explicar con tus propias palabras qué es el artivismo?
No me gustan mucho los términos de este tipo, incluso en una entrevista en Wired se definió el termino 'anartivista' para definir lo que haciamos en
irational, creo que inducen a crear modas y fomentar estereotipos. No creo que un artista pueda ser más activista o comprometido con una causa determinada, que una señora de la limpieza, un albañil, medico, fontanero ... Esta terminología ha dotado a un gran número de artistas con un aura de "irreductible"-no sabemos durante cuanto tiempo, ya que el mercado y los mecanismos de control están ahí, y tienen una capacidad extrema para diluir cualquier tipo de disidencia seria-, que sin duda debilitan su discurso. Lo importante es que fieles a unas convicciones y asumiendo un compromiso ético personal con el trabajo que desempeñamos, continuemos ayudando a crear un clima más idóneo para el desarrollo y la práctica del arte.
Determinadas prácticas artísticas se han adelantado a alguno de los acontecimientos, formando parte del proceso de desarrollo -o apropiándose- de las herramientas y las tecnologías que tanto ansía el mercado. Éste es para mí un punto fundamental y un hecho extremadamente importante para poder seguir avanzando. Internet es un sistema de comunicación global que puede utilizarse tanto para hacer negocios como para cualquier otra actividad. Estas infraestructuras -que tienen una dimensión global- han sido utilizadas por artistas y colectivos para la creación de vínculos supranacionales de gran capacidad que ha anulado infraestructuras redundantes.
En la economía global, y esto es un principio, cualquier organización por pequeña que sea su fracción de representación en la estructura, puede tener una influencia decisiva en la comunidad global. Este punto fundamental estratégico, que muchas corporaciones utilizan de forma despiadada para obtener cuotas de control o de dominación en sectores de la política y el mercado, puede sin duda, utilizarse de forma efectiva para transformar estos mismos valores, o al menos intentarlo. Esa es la fortaleza del grupo basada básicamente en la virtualidad de su identidad, su capacidad para trabajar organizadamente y su autonomía frente a las instituciones del Estado, la lógica del capital y la seducción de la tecnología.
¿Cuál es la relación que en tu opinión debe, o puede, mantener el arte con la política?
A mi entender los artistas estamos, y cada vez lo estaremos más, alejándonos del compartimento estanco en el que se asienta confortablemente el poder artístico y comenzamos a sentir una creciente indiferencia por las instituciones artísticas que vemos desmoronarse ante nuestros ojos. La lógica prevaleciente en ellas es tan omnipresente y aplastante que el único modo de salir de su dominio parece ser situarse fuera de esas redes y reconstruir el sentido atendiendo a un sistema de valores y creencias completamente diferente, construyendo un significado propio atendiendo a nuestra propia experiencia, sobre una lectura más crítica de la Historia y la memoria.
Nuestra sociedad, economía y cultura están construidas sobre intereses, valores, instituciones y sistemas de representación que, en general, limitan la creatividad, confiscan y manipulan el trabajo del artista y desvían su energía hacia la confrontación estéril y el desaliento. Interesada en poner en evidencia las configuraciones del poder, la práctica del arte debe de establecer mecanismos de relación social que ayuden a asegurar su impacto a largo plazo y permitan trasladar su discurso mas allá de los confines restringidos al público del arte y la propia institución. No puede limitarse simplemente a airear los grandes interrogantes de lo humano y lo divino -ni obedecer a estrategias puramente estéticas o de mercado-, sino que debe comprometerse en un proceso social y político que busca cambiar las reglas del juego descubriendo métodos de trabajo y colaboración - muy a menudo con otros individuos o colectivos sociales- para demandar ese cambio tan esperado. Este cambio comienza redefiniendo el papel del artista en la sociedad, aún dentro de su especificidad. Aprovechemos este periodo histórico de cambio. Se impone un proceso de ruptura de la clásica concepción del artista a otro de carácter procesual, analista, informador, crítico o activista en una realidad y lógica contestación a la situación en que se encuentra la institución exclusivista burguesa del arte -el museo, el mercado, el mundo académico, el conservador concepto de artista-. En un afán por ofrecer alternativas de actuación, de abrir espacios de confrontación y de crítica a una visión demasiado encorsetada del mundo del arte y con una concepción unidimensional, instrumentalizada y teledirigida del mundo que nos rodea.
¿es la Red un espacio donde el Arte puede adoptar una postura más militante?
Este es sin duda el medio y la herramienta que muchos proyectos artísticos, culturales en general, pero también políticos y sociales han encontrado idóneo para su desarrollo, más allá de la mera experimentación formalista o la simple readaptación de formatos.
La Red, como espacio público, está determinada también por relaciones sociales y de poder. Las tecnologías de información y comunicación tiene un indudable efecto transformador en la medida en que desmantela viejos modos de pensar y funcionar. El avance de las llamadas nuevas tecnologías capacita para hacer las cosas de forma diferente. Los actuales sistemas de información y comunicación, efectivamente, pueden mejorar la eficiencia de determinados procesos y es ahí donde debemos de enfocar nuestros esfuerzos, en la utilización de las herramientas de una forma transformadora y efectiva.
Internet está ineludiblemente ligada a los procesos de cambio estructural y de transformación fundamental de nuestra sociedad que, sin duda, está modificando nuestra forma de pensar, consumir, producir, comerciar y, en definitiva, modificando cada una de la actividades que emprendemos. Hemos de analizar cuidadosamente sus verdaderas capacidades y, sobre todo, estar muy atentos en la extraordinaria lucha abierta para que estas capacidades continúen siendo explotadas desde el espacio público. Los Estados sienten que por medio de Internet se les escapa el control de la ciudadanía. Por otro lado, las grandes corporaciones ven necesario un control más efectivo para desarrollar planes como el del comercio electrónico y el control de la información.
Las grandes corporaciones y el alto rendimiento de las telecomunicaciones están reforzando la idea de espacio digital privado alterando la estructura del espacio digital público.
El espacio digital no surgió simplemente como un medio que permite la comunicación, también surgió como un nuevo teatro de operaciones para la acumulación de capital, operaciones económicas de concentración global y el ejercicio del control. Este es claramente un espacio disputado -particularmente cuando se considera la lógica de la economicidad a toda costa del mercado de capital- cuyos intereses ven amenazados las grandes corporaciones por lo que ellos denominan prácticas de piratería y extorsión, en realidad un cambio en los hábitos de apreciación de la función del autor y la libertad de expresión. Pero, este es también un espacio donde otros actores pueden ganar visibilidad y redefinir el sentido que los grandes actores del capital global quieren imponernos.
Puede leerse el manifiesto
contra el cierre de e-valencia y
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