Somiatruites, Ciberderechos en la Red

Es muy interesante ver por qué poco estamos dispuestos a renunciar a nuestra intimidad/privacidad: un ejemplo paradigmático son los teléfonos portátiles (que, al menos, tienen -o tenían- la decencia de pagar con dinero): uno compra un celular de tarjeta, completamente anónimo, y vende sus datos por 6 euros en llamadas.

Eso si que deberían regularlo los políticos y no otras cosas.

El otro día comentaba en mi bitácora angloparlante que se me ponían los pelos de pensar qué utilidad le estarán dando a nuestros datos en EEUU a los programas de redes sociales, estilo Friendster, pero más aún a los de MSN o AIM: mapas completos de relaciones personales. ¿A cuántos grados estás de un sospechoso terrorista?

No había pensado en lo de Friendster pero tienes razón, rvr, mucho más en EE UU donde la regulación es infinítamente más permisiva en lo que se refiere a la privacidad, allí es fácil rastrear toda la vida de un individuo con saber algunos de sus datos. Saber cuantos créditos tiene, si ha pasado por la cárcel, las ciudades en las que ha residido. Hay sitios en Internet que te proporcionan esta información por un puñado de dólares. Uno coge el número de la seguridad social de su novio, de una amiga o un compañero del trabajo y le hace un repaso de arriba a abajo a su vida.


Fernand0, no comprendo lo de los móviles. Porque lo cierto es que antes los teléfonos de tarjetas de prepago era la forma más fácil de mantener el anonimato, pero ahora creo que está regulado y cuando uno compra una tarjeta de prepago debe dejar sus datos. No sé si te refieres a esto.

A mí me preocupa otro aspecto en los móviles: el de la localización GPS. Porque la empresa te da un teléfono de estos y sabe cuáles son tus movimientos a la perfección, y si apagas el teléfono en horario laboral te pueden venir con "¿por qué no estabas localizable en el teléfono?".

Es el mundo que nos toca vivir, pero creo que no somos conscientes de las tremendas implicaciones que todo esto tiene, y el poder que este tipo de usos de la tecnología concede a determinadas instituciones en perjuicio de los ciudadanos.

Friendster ya no mola.

Si, me refería a que antes eran anónimos. Ahora no se cual es la situación, no estoy al tanto.

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