La asociación de discográficas estadounidenses (RIAA) vuelve a la carga y acaba de interponer
otras 532 demandas contra usuarios de Internet a los que acusa de violación del copyright. Estas se suman a otras 326 demandas que interpuso en septiembre pasado. Está por ver si esta estrategia se extiende a otras regiones del planeta.
Gran parte de este quebradero de cabeza en que se ha convertido Internet lo tiene un grupo de jóvenes que a finales de los años noventa crearon toda una serie de nuevas tecnologías de software que pillaron completamente por sorpresa a la gran industria cultural que durante décadas había controlado la tecnología desde la que se accedía a sus contenidos.
Shwan Fanning creo Napster con 19 años, Jerome Rota creo el formato Divx con veintitantos, Justin Frankel creo el primer gran reproductor de música MP3 Winamp, así como la red Gnutella...
Y es de la trayectoria de
Frankel, de 25 años en la actualidad, creador del reproductor de MP3
Winamp, de la red P2P
Gnutella, el sistema de streaming
Shoutcast, etc de quien hace un amplio repaso la revista Rolling Stone bajo el muy apropiado título de
The World's Most Dangerous Geek, (
vía Slashdot)
Con 19 años, allá por el 1996, Frankel creó su famoso reproductor de música en formato MP3 Winamp. En 18 meses 15 millones de usuarios descargaron el programa, y muchos pagaron los 10 dólares que se pedían por él. Napster y la música digital todavía no corrían a raudales por la Red, aunque se intercambiaban en salas de chat y a través de servidores FTP, nada tenía que ver con la situación actual.
Tres años después, en 1999, America Online compraba Nullsoft, la empresa que Frankel había creado. desde entonces hasta el año pasado Frankel ha estado haciendo de las suyas en AOL. Mientras estaba en la compañía, y después de que Napster fuera lanzado en el verano de 1999, Frankel creó Gnutella, otra red P2P completamente descentralizada, sin ningún ordenador principal que coordine el funcionamiento, por lo tanto, una red difícil de desmontar.
Frankel colgó el programa en la Red por su cuenta y riesgo, y pilló por sorpresa a los directivos de AOL, que 24 horas después le obligaron a retirarlo. Sin embargo, Gnutella había sido descargado por más de 10.000 usuarios, muchos de los cuales se dieron a la ingeniería inversa para decodificarlo.
Lo interesante de toda esta historia, junto con la de Fanning, la de Rota, es la capacidad de programadores independientes para desestabilizar las seculares industrias del entretenimiento con creaciones de software que han sido capaces de crear sin apenas ayuda, sin necesidad de grandes inversiones. Es esta capacidad de utilizar Internet de formas absolutamente novedosas, de crear modalidades de comunicación y de acceso a la cultura absolutamente nuevas lo que hace de Internet una red de comunicación radicalmente diferentes de cuantas haya conocido la humanidad.
Ningún Justin Frankel ha intervenido jamás en la red de comunicación de la televisión, o en la de la radio o en la red telefónica. Porque a diferencia de Internet estas son redes centralizadas, completamente controladas por los dueños de la infraestructura, donde sólo ellos deciden cuándo, cómo, y en qué condiciones se innova y se crean nuevas posibilidades para la comunicación.
Frankel lo deja muy claro cuando dice: "The company controls the most effective means of self-expression I have. This is unacceptable to me as an individual, therefore I must leav [sic]. . . . "