Los chats se han convertido en el lado salvaje de la Red, al menos así es como los retratan en un artículo en The New York Times,
The Internet's Wilder Side (
>traducción), donde cuentan la proliferación de canales donde se intercambia ilegalmente contenidos de todo tipo, software y películas entre otros. El chat comenzó allá por principios de los años ochenta como un medio para la comunicación de especialistas en informática, que a fin de cuentas eran quienes tenían acceso a Internet, ahora se ha convertido en una trama de espacios digitales donde conviven en cualquier momento del día medio millón de personas.
Joan Mallans publicó el año pasado 'Género chat', una investigación etnográfica de varias comunidades de chat. Una de sus tesis es que el chat constituye un nuevo género de comunicación híbrido, con sus pautas y características propias, estar y hablar en un chat no es como hablar frente a frente (discurso oral), ni tampoco es como escribir (discurso escrito), es otra cosa... es el género chat.
En la etnografía virtual que realizo, centrada en el estudio de un weblog colectivo, comienzo a pensar en algunos weblogs (algunos, no todos, y en particular este que es objeto de mi estudio) como un nuevo género, híbrido, a medio camino entre los usos y prácticas de los medios de comunicación tradicionales y de los foros de opinión (BBS, newsgroups, etc.), comunidades virtuales de Internet.
El género weblog (aplicable a algunos de estos espacios) no es exactamente un réplica de los medios tradicionales, ni tampoco es un foro de opinión más.
Las prácticas de edición, selección editorial, valoración de las informaciones de cara a los lectores son propias de los medios tradicionales, y al mismo tiempo, la arquitectura de comunicación abierta y participativa pertenece a la tradición de los foros de Internet, donde todo el que quiera puede opinar, las posibilidades de interacción entre los usuarios, y no sólo con la información, también entre sí, es una característica propia de las comunidades virtuales que los weblogs hacen suya.
De ahí que el universo de los weblogs (de aquellos con perfil comunicativo, noticioso, no los más personales) viva en una esquizofrenia constante al plantear recurrentemente ¿qué es un weblog?. La comunidad necesita definirse a sí misma, y en ese proceso se encuentran de frente con dos modelos (el de los medios y el de las comunidades) en los que no encajan pero a los que se parecen.